
Acerqué mis manos a la nariz.
Olían a tierran, aquella tierra que acababa de dejar en el horizonte, al otro lado del mar.
La luz de un nuevo día me despereza, el sabor de aquellas especias me transportan de nuevo a orillas del mar de sal.
Piso la arena con cariño, su tacto me resulta tan familiar... y vuelvo a soñar, a encontrarme con todos esos corazones danzando alrededor...
...me sigo buscando a mí misma, entre recuerdos, anhelos, proyectos nuevos y nuevas ilusiones...
Viajar es siempre una fuente de alegría y de energía.
Se planea un viaje primero desde el corazón, desde las apetencias, desde el cariño y la ilusión, y después damos paso a la mente, que es la que organiza todo el cotarro.
Lugares que descubrir, personas que visitar, momentos que vivir...
Y los colores van bailando a mi alrededor, y voy llenando de luz algunos caminos que sientes tortuosos... y yo misma no soy luz, sólo transporto sonrisas... y las coloco con mucho cuidado dentro de tu corazón...
...llenándote los bolsillos de silencios, silencios que llevan una gran carga de cariño y recuerdos... y cuando estés lejos, siempre tendrás los bolsillos llenos de amor... amor a la tierra, amor a los hombres... amor al pasado y sobretodo amor al presente, este que estamos viviendo tan cálido.