viernes, 29 de febrero de 2008

EVERY YOU EVERY ME


Uno.
Abre los ojos. Despierta. El corazón agitado después de un sueño gris, gris como esta ciudad de asfalto... gris.
Dos.
Búsqueda de lo inalcanzable. Sueños. Ideas que el tiempo va borrando del corazón. Ser capaz...
Tres.
Todo cuanto conoces da vueltas a tu alrededor. No estoy perdida, yo me conozco a mí misma... pero todo da vueltas... espiral... no logro situar a los demás...
Cuatro.
Ando despacio, a través de luz... pero este sol hoy quema las nubes, y nada es lo que parece... los pájaros no vuelan libres, hoy se esconden tras las ramas del futuro.
Cinco.
He llegado hasta aquí. Atravesando soles, aceras grises y canciones de amor. Y de aquí no me voy a mover.
Fuerte, grande, mujer.
Luchadora y sonriente.
Fuerte... fuerte.
No te quiero en sueños porque... los sueños, sueños son.
Every me and every you.



jueves, 28 de febrero de 2008

AMANECE



Aún me quedan mucho que vivir, muchos amaneceres que sentir...
Y el sol ilumina mi cara a cada paso...
...voy descubríendome a mí misma, entre sonrisas y viajes... entre personas y cuentos... entre lunas y soles tan grandes como mi corazón...
Y amanece en el desierto... y es como si acabara de nacer...
...y quiero regalar mi vida... porque quiero que sea paz, que sea luz... la luz del desierto.
Sonrío por tí, por tu felicidad... por todo el amor que eres capaz de dar... también sonrío por ellos, por todos aquellos que persiguen una vida mejor... y por los que creían tenerla ya y descubren un buen día que cualquier cosa corriente puede aportarles toda una vida de luz nueva...
El amor inunda los corazones, al igual que la nieve cubría este mar de sal...
Y no hay nada en el mundo que pueda sumergir este amor que siento hacia vosotros... hacia las personas, hacia los pueblos, los soles y la tierra...
Djanfa.

jueves, 14 de febrero de 2008

LE CHAT NOIR

Atardece en Madrid.
Cielo despejado, frío...
...y un sol de invierno grande y lloroso, que se vuelve naranja por momentos.
Camino deprisa por la acera, de camino a ninguna parte.
Un pie tras otro, los brazos y las caderas balaceándose al compás.
La música en mis oídos, retumbando. No consigo apreciar la letra de ninguna canción, voy inmersa en mis pasos, en el paisaje... en el olor de esta colonia de vainilla que ha terminado por volverme loca esta tarde.

Los árboles van pasando lentos, incesantes.
Frío... apreto bien las manos en mis bolsillos... como si quisiera cargar mis puños del poco sol que queda.
Paro en cada paso de cebra, esperando que algún coche con alma me ceda el paso.
Camino y paso de largo escaparates, colegios, perros, vallas, flores, coches, calles, plazas, parques... no me fijo en nada, solo sigo avanzando.

Tú no estás aquí.
Estoy sola en esta fría tarde de febrero.
Está anocheciendo. Mis labios están secos y agrietados, y mis manos salen de los bolsillos para abrazarse a mi pecho. Demasiado frío.
El vaho que desprende mi cuerpo me rodea, poco a poco.

Veo un banco a lo lejos, está vacío.
Quiero llegar al banco, pero el frío me paraliza.
Un gato se posa sobre el banco, mirándome de reojo, vigilándome.
De pronto no puedo avanzar más.
Mis pies están pegados a la arena. Primero una capa de agua recorre mi cuerpo, dejándose caer a través de mis piernas, hasta posarse y amontonarse en mis pies.
Entonces la capa de agua se convierte en hielo... hielo frío, hielo duro... no puedo mover los pies.
Estoy anclada... no puedo moverme...

Sácame de aquí... sácame de aquí... sácame de aquí...

viernes, 1 de febrero de 2008

NOIR


Casi puedo sentirte aquí conmigo.
Luz ténue, entre las telas de esta oscuridad.
Mi naturaleza es reprochable, mi carácter fuerte, a veces incomprensible.
...y lo único que puedo hacer es susurrar esta canción...
Cada noche me envuelves con tus palabras, aunque te sienta lejos siempre estás aquí conmigo... en el corazón, en el día a día, en el pensamiento.
La música me envuelve mágica, sin darme un segundo de tregua entre canción y canción...
...los versos invisibles de los perfumes de tu amor... ay de tu amor...
Y todo se vuelve oscuridad, pero una cálida oscuridad, donde no caben las dudas, donde se olvida el momento, el lugar, el tiempo... todo...
Y giramos y giramos juntos en mi mente... bailando las últimas palabras de esta canción cálida... que nos acaricia hasta el alma.
...y hacemos el amor una y mil veces... porque es lo único que me apetece hacer ahora mismo... con esta luz por testigo... hacemos el amor, hacemos el amor... EL AMOR...