¿No crees que eres bonita?

Hoy te escribo a tí. Triste y sola... cocainómana empedernida que abandonaste tu tierra para venir a la ciudad del asfalto...

Escribo desde el dolor que me ha causado verte hoy tan ausente... Insegura, jodidamente perdida en esta casa llena de amor y familiaridad... cómo quisiera que te olvidaras por un momento de las personas que te miran y susurran sobre tí... que olvidaras todo aquel mal que te hacen aquellos que sólo te miran por fuera...

Porque el ser humano es malo por naturaleza... es egoísta, es increíblemente simple...

Yo hoy te he visto con otros ojos... y ahora me doy cuenta de lo mucho que te cuesta acercarte a la gente, y cómo las personas te repudian cuando lo haces.

Valientes cabrones, vosotros que miráis desde arriba a las personas y que os creéis con el poder y la arrogancia suficiente como para reíros de los demás y hundirles en la mierda con vuestras miradas y vuestras palabras como puñales... con vuestra indiferencia, excluyendo al diferente fuera de vuestra vida... o algo incluso peor, apartándole y sintiendo compasión por él, creyendo que quiere vuestra ayuda y vuestra mirada de lástima...

Travestis, cocainómanos, putas, gays, inmigrantes, ladrones, adolescentes rebeldes, juanis... ¿Acaso os creéis mejor que todos ellos? Cada uno dentro de sus circunstancias elige o no su camino... y tienen derecho a ser diferentes, a escoger libremente la opción de vida que más se adecúa a sus valores y a sus apetencias en cada momento...

No la miréis así nunca mas. Porque la estáis conduciendo a la nulidad como persona... y no hay nada peor que eso... cuando una persona se siente prescindible del mundo que le rodea... y siente tan vacía y sola su alma que no encuentra motivos para seguir adelante... ni una puta luz alumbra su camino porque habéis borrado todas sus ilusiones... y no se siente capaz de ser alguien en la vida...

Hoy escribo para tí, preciosa. Porque yo veo más allá de tu cara, tu cuerpo y tu pelo... veo dentro de tí y me doy cuenta de todas las cosas bonitas que tienes, de tu sonrisa tímida que surge cuando nadie te la ha pedido, de lo agradecida y sencilla que eres...

Tus ojos brillan cuando te sientes útil, cuando te das cuenta de que las cosas que dices/haces nos ayudan a avanzar...

Te escribo para que seas feliz, para que busques tu luz entre toda esta mierda que nos rodea... para que por un momento olvides que eres cuerpo y cabeza y te conviertas en alma y corazón... lo mismo que intento yo...

Eres preciosa.