sábado, 17 de noviembre de 2007

SOLA

Sóla, frio, hielo.
Me miráis con incredulidad a cada paso, con envidia a cada triunfo conseguido.
Vuestros ojos reflejan el amargor de vuestro sentir, y buscáis mi desesperación.
No me vais a ver caer, no me vais a ver llorar.

Sola, tan sola... que los colores se agolparon en un negro nocturno tan grande como la vida.
Fría, tan fría... que sentí que mi piel se forjaba de dolor y desesperanza.
Helada, tan helada... que cuando me quise dar cuenta ya no te quería.

Quizás sea mejor así... ¿por qué avanzar?
A cada paso que doy dejo atrás muchas cosas... aveces me apetece estar quieta... y es entonces cuando el mundo me mira de frente y yo le doy la espalda.
Acariciarme el cuerpo y sentirme fría, y un escalofrío desgarrador me inunda por dentro... es la soledad.
En mi locura me siento tan viva, tan diferente... y sólo me comprendo a mí misma, y sólo me conozco a mí misma, aunque aveces me sorprenda cantándole a la noche, suplicándole a las estrellas que nunca se haga de día, y que me dejen disfrutar siempre de la negrura del mar en esta noche que no acaba...

Somos almas que recorren la vida sin rumbo, buscando algo que nunca llega... y volvemos a buscar, en cada momento algo distinto... no nos damos cuenta de lo bonito del camino... y seguimos avanzando con la cabeza alta y la mirada perdida en el horizonte... como queriendo alcanzar el punto más alto, de plena armonía con nosotros mismos.
Es por eso que le doy la espalda al mundo por una noche.

Y desnuda frente a esta playa siento la arena pegarse en mi cuerpo, dándome el calor que los humanos no alcanzan a entregarme...
La noche, el cielo negro, el mar vivo y oscuro, el silencio.

Sóla, frío, hielo.

1 comentario:

Dunkler Geist dijo...

Gracias por tus cálidas palabras, mi princesa...

Sola, decís? Un alma como la vuestra nunca puede estar sola, porque es tal el cariño que irradia que atrae a todos los que pueden formar parte de este "círculo virtual" que te leemos...

A veces, cuando te leo, me veo reflejado en un espejo en el que apareces tu...

Gracias por esas palabras, pero mi alma está realmente rota, vacía... Nunca me sentí así y eso me asusta... Por eso te entiendo

Pero leeros a vos es un soplo de aire fresco cada noche...

Muchas gracias, mi princesa...

Y esta noche, dejadme que sea yo quien os abrace...


Der Erzengel (El ángel caído)