miércoles, 5 de septiembre de 2007

Mi lucerito

Encarnada en un cuerpo diminuto.
Ojos pequeños, pupilas blancas.
Pies fríos, pelo negro, corto y alborotado.
Botitas rojas de charol.
Posición fetal sobre su silla de ruedas, manos juntitas que rozan sus botas.

El viento roza lentamente la punta de su naríz, estornuda y sonríe.
Ella no entiende de colores, nunca los ha visto.

Cuando huele a su madre mueve la cabeza hacia los lados y frota sus manos con impaciencia, esperando esos tiernos besitos que le llenan de amor.


Me encanta estar con ella... cuando vamos a la piscina, ella flota acurrucadita, sacando la cabeza del agua con tranquilidad...
El agua es su estado natural.
Se desenvuelve como un pececito bailando en la oscuridad...mueve lentamente su cuerpo, disfrutando del placer que le proporciona el roce del agua alrededor de sus manos, de sus pies, de su tripita...
No escucha nada debajo del agua, disfruta de este silencio.


Hace once minutos estábamos juntas en el sofá. La silla aparcada en un rincón. La musica de Yann Tiersen haciendonos sonreír juntas.
Su cabeza reposando en mi regazo, tranquila... con mis dedos acaricio su pelo, muy despacito. suspira de gustito y se acurruca junto a mí.

Huele a niña, a vida. Sus piés fríos descansan bajo una manta suave que le hace estremecer. paz y tranquilidad... paz y descanso, sosiego y calma.
Ambas hemos dejado de ver. solo escuchamos la melodía de la música que alimenta nuestros oidos y calma nuestros corazones...respiro hondo, estiro las piernas y siento un calor familiar.

Me dejo embriagar por estas sensaciones que me hacen sentir plena y satisfecha con mi vida.
Nos reimos a carcajadas, somos dos personas que nos hemos vuelto a encontrarnos en un momento bonito.
Y es tan linda...



PD: Javier... ponte bueno... lucha, pequeño...

1 comentario:

Sergio Álvarez dijo...

es precioso todo lo que escribes, incluso ese sueño del ojo ...yo siempre sueño con un minotauro! no se que querra decir ....